Punto de interés n°2
La zona de Trabia, rica en agua, motivó el asentamiento de muchas familias nobles, entre ellas la de los Lanza en el siglo XVI. El castillo de Lanza era un símbolo de poder cuando en 1517 fue arrasado por los rebeldes, Blasco Lanza lo mandó reconstruir. Posteriormente fue ampliada por su hijo Cesare y controlada día y noche por un castellano, tres guardianes y un soldado. Antiguos testimonios cuentan que el castillo era un verdadero oasis, entre las imponentes rocas brotaba una fuente de agua clara. Hoy del castillo, que ya no pertenece a la familia Lanza, quedan las espléndidas terrazas desde las que se divisa el golfo de Termini Imerese, los muros de cerramiento con las coronas de las torres que tenían una función defensiva además de ornamental, en el en el centro del patio se levanta la antigua torre, y es posible encontrar los restos del puente levadizo en la primera entrada